Por Franklyn Vicente Vicente
Ayer miércoles 8 de Mayo, después de un dialogo intenso con los representantes de la
Barrick Gold en el país, salió “humo blanco” de esas conversaciones.
El gobierno Dominicano y la empresa minera Barrick Pueblo Viejo a través de una rueda
de prensa anunciaron esta tarde un acuerdo preliminar entre el Estado y dicha empresa
extranjera, entre otros puntos, contempla el incremento en los ingresos de República
Dominicana de 37.1 a 51.3 por ciento y reduce los de la empresa de 62.9 a 48.7 por ciento.
Ahora bien, aun existe un manto negro que cubre esta negociación, aparentemente en
números todo es positivo y el país resultara beneficiado de dicha negociación, pero un
punto que aun no queda del todo claro es el incremento en el periodo de recuperación de
inversión por parte de la Barrick, que fue incrementado en diez años, en lugar del 2016 la
empresa continuara recuperando hasta el 2026.
l pueblo confía en que la comisión designada por el presidente Medina, haya tomado la
mejor decisión y que los términos de dicho contrato son los que más convienen al país y
que el mismo fue discutido en pleno ejercicio el derecho de la libre expresión, es decir que
la comisión de la Barrick, no haya traído consigo un lazo para maniatar la razón de dichos
funcionarios.
Es propicia la ocasión para que el señor presidente continúe haciendo lo que nunca se había
hecho, por la inconsciencia e incapacidad de legisladores que fueron capaces de plasmar su
firma en un contrato que atentaba contra los intereses de los dominicanos, demostrando una
vez más que Cristóbal Colon sigue regresando a esta parte olvidada del mundo y canjeando
espejos por el oro que abriga nuestra tierra.
Cada habitante de este país, ubicado en el mismo trayecto del sol, está a la expectativa de
la negociación con la empresa de origen Canadiense.
En la actualidad contamos con una de
las tasa de desempleo más alta de toda América Latina, Índice de analfabetismo que ocupa
los márgenes más altos en las encuestas realizadas por encuestadoras internacionales,
sin contar el nivel de marginalidad en el que viven ciento de dominicanos y el ineficiente
sistema de salud, servicios estos que con un contrato justo podría cambiar la vida de todo
los forman parte de la paria de Duarte, Sánchez y Mella.
Bien lo establece la constitución de la Republica en su preámbulo, los legisladores
encargados de la redacción de las leyes y de los contratos internacionales, deben sentirse
“estimulados por el trabajo abnegado de nuestros hombres y mujeres; regidos por los
valores supremos y los principios fundamentales de la dignidad humana, la libertad, la
igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad, la convivencia fraterna, el bienestar
social, el equilibrio ecológico, el progreso y la paz, factores esenciales para la cohesión
social”.
Por estas y otras razones este contrato desigual rompe con el marco de la justicia
dominicana y rompe con el equilibrio de la patria de Duarte.
La constitución lo establece claramente en Artículo 17 “Los yacimientos mineros y
de hidrocarburos y, en general, los recursos naturales no renovables, sólo pueden ser
explorados y explotados por particulares, bajo criterios ambientales sostenibles, en
virtud de las concesiones, contratos, licencias, permisos o cuotas, en las condiciones que
determine la ley. Los particulares pueden aprovechar los recursos naturales renovables de
manera racional con las condiciones, obligaciones y limitaciones que disponga la ley”.
Todo está escrito como bien dijo, Jesucristo en uno de los pasajes de la Biblia, todo
está claramente establecido, solo falta se le dé vida a la letra muerta plasmada en la
constitución y demás leyes dominicanas.
En el mismo artículo sigue aclarando que “los beneficios percibidos por el Estado por la
explotación de los recursos naturales serán dedicados al desarrollo de la Nación y de las
provincias donde se encuentran, en la proporción y condiciones fijadas por ley”. Es claro
el mensaje de los legislares a través de la carta magna, los recursos que yacen en nuestro
glorioso suelo, le corresponde a cada dominicano, sin importar su color de piel ni su
extracto social.
En conclusión el acuerdo preliminar fue firmado, solo queda sentarnos y confiar en
que la que en la comisión del Gobierno dominicano conformada por los ministros de la
Presidencia, Gustavo Montalvo; de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles
Montás; el de Industria y Comercio, José del Castillo, y de Hacienda, Simón Lizardo, entre
otros, hicieron un excelente trabajo, pensando siempre como lo establece la ley de leyes, en
el desarrollo de la Nación y en el avance de la provincia donde se encuentra el mineral.
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